viernes, 9 de octubre de 2009

Chove en Santiago

¿Que sería de Santiago sin lluvia? Sin sus cielos grises y sus calles mojadas, piedras centenarias empapadas de agua.
Aquí la lluvia es arte. El arte es lluvia.
¿Qué sería de la plaza del Obradoiro sin cientos de paragüas? ¿Qué sería de los peregrinos sin chubasqueros?
Sin lluvia, "sen o noso orballo", Santiago no sería Santiago.
El pasado fin de semana, de visita "express" a la capital gallega, disfrute de un bonito paseo entre catiuscas, chubasqueros y paragüas por las calles siempre melancólicas Compostelanas.

El cielo grisáceo no deslucía las imágenes. Simplemente las dotaba de una luz especial. Sobre ese fondo, resalta la piedra oscurecida por el agua y las siluetas de los centenarios edificaciones. Y aunque las grúas existentes me estropeen la foto, sigue manteniendo su encanto, su aquel.
Por cierto, ¿cuándo será el día que me hospede en un lugar como éste?

Suerte a todos los que estáis estudiando en la ciudad universitaria.