jueves, 29 de octubre de 2009

Cuando la naturaleza es caprichosa

Y hace que tú quieras serlo.
Una buena tarde de verano, en un lugar del que no quiero acordarme, o mejor dicho prefiero no acordarme para preservar su intimidad; se topó mi vida con la de un pequeño ser. Un ser que llamaba mi atención con sus llamativos colores, con su rápido volar y con sus paradas de rama en rama. Si la curiosidad no me matase, no intetaría retratarle. Si la curiosidad no me matase, no perdería el tiempo tras él. Si la curiosidad no me matase, no sería curioso.

En la histórica Ciudad Rodrigo

De viaje por tierras salmantinas y de parada en la medieval Ciudad Rodrigo, una bonita villa castellana (15.ooo hab.), con abundantes monumentos y casas palaciegas. Sin quererlo aparqué frente a la catedral de esta pequeña y noble villa. La catedral de Santa María, de estilo románico pero con terminación gótica (S. XII al XVI), es un bello templo con el típico color anarajado del suroeste castellano leonés. Lo más llamativo del "espartano" lugar de culto es la fachada oeste, la cual tiene doce figuras que a mi parecer creí fuesen los Apóstoles, pero que resultaron ser doce personajes del antiguo testamento. Los Apóstoles que aparecen son cuatro y rodean a Cristo en las estatuas del arco de entrada. En fin, cosas de la religión.